Ávola, utopía fortificada del mar mediterráneo

  La calidad de vida de los habitantes de un lugar está directamente relacionada con la planificación del mismo. La primera planificación urbana surgió de la idea del griego Hippodamo de Mileto, quien serviría de inspiración para Vitrubio, cuyos tratados sirvieron para que mucho después se desarrollara el fenómeno de la ciudad renacentista.

  La construcción de la ciudad ideal nace de diferentes necesidades, principalmente de defensa.

  Le Blond desarrolla los tratados de fortificación, donde especifica las condiciones que debía presentar una ciudad forticada, desde la geometrización, señalando que el trazado en damero "es más ventajoso a la regularidad de las casas, porque resultan de planta rectangular". El trazado radioconcéntrico tenía como consecuencia la aparición de "trapecios, o trapezoides".

También explica minuciosamente la ubicación de las edificaciones de mayor importancia, así como de sus respectivas plazas de armas.  

 La disposición de distintos elementos se presenta como un ejemplo casi perfecto de organización, defensa e higiene. Una muralla, iglesias, edificios gubernamentales, plazas públicas y otros elementos unidos constituyen la base de lo que será una ciudad de fácil defensa y difícil ataque.

  Largos periodos de batallas por el territorio siciliano, y el consecuente establecimiento de diferentes poblaciones, finalizaron con el terremoto de 1693. Un terrible acontecimiento que acabó con varias ciudades, incluyendo Ávola. Representantes del duque de terranova empezaron trabajos para la reconstrucción de la ciudad.

  La capacidad que tienen algunas personas de ver oportunidades en lugar de defectos o imperfecciones, es una cualidad aprovechable en diversos ámbitos, como la Arquitectura. Este fue el caso del religioso Angelo Italia, Arquitecto del siglo XX que vio en las costas de Sicilia una pequeña localidad con las condiciones ideales para desarrollar la ciudad. Muchos estuvieron en contra. La localidad elegida para desarrollar Ávola no era la idónea según el rey y sus expertos, pero terminó siendo la elegida. ¿Qué condiciones llevaron al desarrollo de Avola en ese espacio? Pues, el excelente planteamiento de Angelo Italia.

Italia, y la pequeña Isla de Sicilia en este caso, es un lugar de climas variables, pero este terreno tenía la cualidad de estar adyacente a las costas del mar mediterráneo, por lo que tenían un punto de comunicación marítimo con el resto del territorio, importante para la defensa y comercio, y un clima mucho más fresco. La otra cualidad que observo el arquitecto era el relieve de la zona, increíblemente plano, lo que garantizaba comunicación directa entre todas las edificaciones de la ciudad, y un lienzo perfecto para la proyección de formas geométricas casi perfectas.

El trazado urbano integra una forma hexagonal con dos líneas que se encuentran en ángulo recto en una plaza, garantizando simetría y orden con espacios abiertos y carreteras amplias para minimizar daños en caso de sismos futuros.

Una vez mostrada la propuesta arquitectónica al rey, el propio arquitecto con ayuda de 50 trabajadores trazó la trama de la ciudad, estableciendo desde donde quedarían los edificios principales y públicos como la capilla, el ayuntamiento y plazas, hasta los más privados como residencias, palacios. Etc.

  A simple vista Ávola nos parece bastante común. Pero tenía condiciones especiales en cuanto a defensa. La muralla tenía seis puntos, cuyos ejes se comunicaban directamente con el centro de la ciudad. Además, las viviendas cercanas a la muralla contaban con patios externos desde los que se podía disparar con facilidad sin ser visto por ningún enemigo.

  Aunque lo más importante en este tipo de ciudades son las consideraciones para la defensa, en Ávola podemos ver la importancia que toma el espacio público y como es considerado en la ciudad. La utilización de mobiliario urbano comenzó a desarrollarse.

  Las oportunidades que sólo unas pocas personas vieron en esta localidad, sirvieron para que la ciudad siguiera expandiéndose, sin la innecesaria muralla, en muchos casos de forma irregular debido a irregularidades del terreno. La costa hoy es ampliamente disfrutada por sus excelentes visuales.

  El desarrollo urbano de Ávola es sinónimo de orden y equilibrio, lo que a mi parecer es el perfecto ejemplo de como se debe desarrollar una ciudad, demuestra que un estudio de las condiciones ambientales y sociales de la época, aunado a una visión a futuro del crecimiento y evolución de su población es lo más importante para lograr el éxito.