Rocroi Ciudad Renacentista
Libro Abierto
Quisiera comenzar
haciendo mención a una de las cosas que alimentaba mi imaginación cuando esta
pequeña, a parte de las comiquitas, son los cuentos, si, esos cuentos cursis de
princesas, batallas y criaturas místicas y lo menciono porque al comenzar el
estudio de estas ciudades renacentistas no pude evitar pensar que seguramente
estaban sacadas de esos cuentos que tanto disfrutaba, y a partir de ahí con un poco de investigación
pude diferenciar que las de mis libros eran de la edad media, mi error de
novata, pero que a pesar de eso guardaban cierta relación con las ciudades del
renacimiento, claro, que a mi parecer los proyectistas también tenían mucha
imaginación junto con un punto de vista amplio y único, que respondía a los
ideales clasicistas expuestos por Vitruvio donde principalmente Solano, Auster, Favonius y Septentrio, (no
son personas), representan los cuatro vientos dominantes de los que las
ciudades debían protegerse, por lo cual aconsejaba alinear las calles para
romperles, así procede a tomar en cuenta otras condiciones meteorológicas
afirmando que una implantación optima se da en zonas elevadas, de clima
templado y muy importante, las ciudades deben ser redondas con torres en el
exterior de los muros de tal manera que divisar a los enemigos se vuelva fácil.
[1]Las
nuevas ciudades fueron pocas ya que no existió un gran crecimiento poblacional
al contrario este se vio afectado por la llegada de la peste negra, entonces la
mayoría quedo en no más que papel.
Y hablando de ese
mismo papel hay una ciudad que logró escapar del pero no de su legado a través del tiempo porque Rocroi se ha adaptado a la modernidad
desarrollando su patrimonio histórico, es decir, un libro abierto lleno con
páginas y páginas de arquitectura e historia, ahí me di cuenta que podía hacer
lo mismo que con mis cuentos, disfrutarle, solo tenía que ser detallista.
Para entenderla hay que viajar a la Francia de 1198 [2]donde
data el inicio de las primeras construcciones que darán paso a la formación de
esta ciudadela, ya siendo siglos después en 1555 cuando se determina su
potencial defensivo, entonces se inicia
el levantamiento de la primera fortificación en los terrenos pantanosos
alrededor de la ya crecida ciudad, ¿pero porque colocarían murallas a un sitio que de por si era
medianamente inaccesible? Pues resulta
que Rocroi se encuentra en la zona fronteriza al noreste de la nación así que
representaba un punto estratégico para la defensa territorial, haciendo frente
a constantes ataques por parte de poblaciones enemigas.
Viendo más adelante en el tiempo dichas fortificaciones
permitieron la defensa de la ciudadela durante la guerra de los 30 años
(1618-1648) en la que Francia se vio envuelta junto con distintos naciones de
Europa[3],
periodo en el cual toma lugar la célebre batalla de Rocroi, nombrada así en
honor a la ciudad, donde se enfrentaron los tercios españoles invictos hasta la
fecha, por la conquista de el mismo territorio, contra el ejército del reino Francés bajo el mando del próximo
príncipe de Condé[4]. A efectos de los tiempos modernos la batalla es reconocida como una referencia y
considerada una de las diez mayores victorias militares en la historia del
ejército francés.[5]
Esta
sobreviviente obra de arquitectura renacentista guarda semejanzas con
la ciudad ideal de Vitrubio, con su trazado radio céntrico inscrito en una
estrella de 10 puntas, que marca un circulo virtual, forma singlar derivada de
las irregularidades del terreno, todas características que sirven a propósitos
militares permitiendo posicionar
estratégicamente soldados y fuertes defensivos, cabe destacar que es una de las
pocas que se han construido dentro de este periodo histórico y que, como si fuera
fácil aún mantiene su estado original,
somos capaces de presenciar semejante patrimonio debido a que en el
siglo XVIII al entrar en declive su crecimiento con una población poco mayor a
los 1000 habitantes[6] , las autoridades
competentes decidieron cerrarla al público y dar paso a actividades de
conservación[7]dejando unas cuantas hojas de
esta narrativa en blanco.
Pero
no es de esperar que un libro tan significativo como este termine aquí, así que no se preocupen, pues con un nuevo
capítulo se reanuda ambientado ya a mediados del siglo XX cuando la ciudad es
revelada de la solitud, y contemporáneamente empieza brillar por luz propia
encarnando una dimensión alternativa y utópica, de las cuales hasta ahora solo había leído en mis cuentos más épicos y
en esto pueden coincidir las miles de personas soñadoras que tenido la
suerte de descubrir este pequeño mundo
escondido en Francia donde el tiempo parece haber detenido , como si de un
libro se tratase, inmortal, destinado a traspasar las épocas, un libro que se
puede vivir al admirar la grandeza y riqueza su concepción arquitectónica que sin
dudar cuenta partes de historia que
viven en cada esquina, unas de osadía que parecían improbables como la victoria
en la batalla de Rocroi, o de resistencia, al no cambiar o reformarse para
adaptarse a las ciudades del siglo XXI y salvaguardar su esencia irrepetible.
Un libro abierto es Rocroi.
Excelente Melanie¡
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